sábado, 24 de mayo de 2014

Un final cruel

Tanto nadar para ahogarse en la orilla

Es curioso el tiempo, cantaba Gardel que 20 años no es nada, sin embargo apenas unos minutos han supuesto pasar de la gloria a los infiernos, ya se divisaba la orilla, solo faltaban apenas unas brazadas para llegar a ella, después de estar nadando contra todo, esquivando tiburones azulgranas, pirañas mouriñistas, y corales que han dejado heridas hispano turcas, ahí estaba, casi se podía tocar con los dedos, 40 años después, estaba tan cerca y a la vez tan lejos, tanto nadar para ahogarse en la orilla.